En la etapa final, la entrega del trabajo de mastering es el resultado de un buen trabajo, ya que los entregables resultantes de esta fase deben cumplir con diversos requisitos técnicos y de calidad para garantizar que el material esté listo para su distribución y reproducción en múltiples formatos y plataformas.
En este sentido, es crucial explorar los aspectos clave de la entrega, abordando consideraciones técnicas, de comunicación y de flujo de trabajo, con el objetivo de asegurar que el material final cumpla con los más altos estándares de calidad y se adapte a las necesidades específicas de cada proyecto, lo que incluye la preparación de los archivos de audio, la generación de metadatos relevantes, la comunicación efectiva entre los involucrados y la adaptación a los diversos formatos y plataformas de distribución, permitiendo que el mensaje y la emoción musical lleguen al público de manera clara y convincente.
Fades, Secuenciado y Espaciado
Desde un punto de vista psicoacústico, es sumamente importante la forma en que se colocan las canciones en un orden apropiado, el uso del silencio entre cada canción, y la aplicación de desvanecimientos (fades-in/fades-out) al principio o final de una canción. Estos elementos de transición y organización del álbum a menudo se llevan a cabo en la etapa final del proceso creativo y pueden convertir un buen álbum en uno excelente.
Es mejor decidir el orden de las canciones antes de que sean masterizadas. Esto puede ayudar con la consistencia, asegurando que las canciones se sientan una al lado de la otra en cuanto a la dinámica y forma sonora. Además, una nueva perspectiva de la secuencia podría resultar útil. La pista de apertura establece el tono para el álbum. No tiene que ser un sencillo o una canción que se denomine como el hit del álbum, pero debe ser una canción que indique claramente el género o la identidad del artista o banda.

Dithering
El dithering es una técnica fundamental cuando se trata de preparar los archivos finales para su distribución. Consiste en la reducción de la tasa de bits de una señal de audio con el objetivo de adecuarla a formatos de distribución estándar, como CD de audio (16 bits) o archivos de audio comprimidos (MP3, AAC, etc.). Si bien es cierto que se utiliza para la renderización en el mastering, también se puede usar en otras etapas de la producción para ajustar compatibilidades.
Para realizar esta reducción de resolución de bits de manera transparente, se implica un tipo de ruido aleatorio (conocido como «ruido de dither») a la señal de audio original. Este ruido tiene características específicas que ayudan a enmascarar los errores de redondeo introducidos por la cuantización, mejorando así la calidad percibida del audio.
Los principales beneficios del dithering en el contexto del mastering son la reducción del ruido de cuantización, la prevención de distorsión por truncamiento y la nulidad de tonos o artefactos aleatorios audibles.

Aprobación del cliente
Aunque sea algo obvio, los clientes deberán escuchar el máster final para su aprobación. Para este fin, se pueden utilizar formatos en MP3, WAV, DDP o CD de referencia. Los estudios de masterización suelen enviar un archivo WAV a los clientes para su aprobación. Incluso se puede enviar también una segunda versión de mastering para que el cliente pueda tener una referencia con la cual comparar y elegir.
Sin embargo, el uso de archivos WAV no permite la vista previa de fundidos cruzados de álbumes, pausas de CD, texto de CD y códigos de grabación estándar internacional (ISRC). En su lugar, puede usar archivos DDP. Otra opción es proporcionar al cliente un disco de referencia (si requiere un formato físico). La revisión previa es importante porque los clientes pueden escuchar en un entorno familiar con un equipo familiar.
Muchos ingenieros de masterización prefieren trabajar solos sin la interrupción o perturbación de lo que supone la presencia del artista durante una sesión. Contrariamente, algunos opinan que la presencia del artista en las etapas finales, le ayuda a interactuar y definir mejor la idea final, así como el objetivo que este tiene con el trabajo global. Posteriormente, el cliente puede proporcionar comentarios y solicitar cualquier revisión.

Pausas
Se puede establecer una duración de pausa para un CD de modo que, entre cada pista, el reproductor de CD haga una pausa de esa duración. Este es el intervalo familiar de 2 segundos entre canciones en algunos CD. En los últimos años, esta pausa de duración suele establecerse en cero, especialmente cuando hay canciones con fundidos cruzados que no requieren intervalos.
Hoy en día, técnicamente se suele alterar la duración de las pausas en la etapa de masterización, seleccionando aquella que mejor se adapte a la naturaleza del álbum.
La pausa antes de la primera pista es algo que se puede configurar independientemente de la pausa entre todas las demás canciones. El estándar del Red Book (para CD físico) requiere que esta pausa sea de al menos 2 segundos. La mayoría de los ingenieros de masterización siempre usan esa longitud mínima.

Red Book
El Red Book o «Libro Rojo» es un documento de 1980 que proporciona las especificaciones del disco compacto estándar (CD) desarrollado por las compañías Sony y Philips. Se refiere a una serie de pautas estandarizadas que se deben seguir a la hora de producir un CD máster. El término red book vino dado por el color de la tapa del libro donde se incluyen todas estas especificaciones técnicas para realizar el máster de un CD. Sony y Philips se refirieron a los discos como CD-DA (audio digital), definido como un medio de contenido para datos de audio digitalizados a 44.100 muestras por segundo (44,1 kHz) y en un rango de 65.536 valores posibles (16 bits).
Estas son algunas de las especificaciones básicas a seguir:
- El máximo de duración de un CD es de 79:48 (anteriormente era de 74min).
- La mínima duración de un tema debe ser de cuatro segundos (incluyendo una pausa de dos segundos).
- El número máximo de pistas debe ser de noventa y nueve.
- Todos los discos deben ser escritos en modo DAO (Disc At Once) o a tiempo real.
Es importante saber la duración del conjunto de canciones que van a procesarse en un CD, para asegurarnos de que encajan en la capacidad de almacenamiento. Los marcadores de pista se establecen entre cada grabación de un álbum, donde el reproductor de CD comenzará a reproducir cuando se seleccione un número de pista. Normalmente, los CD de Premaster se graban a baja velocidad, sin ningún otro proceso en ejecución, para reducir los errores de escritura.
El Red Book al crearse no tomó en cuenta las normativas de sonoridad, por tanto queda libre. Se indica que un nivel estándar puede estar en un promedio entre -8 a -10dB LUFS (integrados) en la música mainstream, aunque depende del género. Aunque sí debe cumplir la normativa de picos, así que debe estar debajo de 0 dBFS. Por lo general se utiliza -0.1 dBFS.
Paradójicamente, el CD, al no tener normativas de sonoridad y ser de naturaleza digital, es el formato que más se acercó al sonido que los artistas intentaron mostrar a su público; sin embargo, este formato ha quedado cada vez más en desuso. Nuestra realidad actual y el gran avance tecnológico demuestra que la calidad de audio ha subido considerablemente, no obstante, los trabajos de masterización deben sonar «bien» en los diversos canales y plataformas de distribución digital, a pesar de la compresión y recorte de calidad que esto implica, lo cual representa una paradoja.
CD Bounce (Master para CD)
En muchas aplicaciones de masterización profesional, seleccionar el método de escritura no es una opción. Para aquellos en los que es una opción, el estándar Red Book requiere disk-at-once (DAO). La alternativa, track-at-once, es principalmente para archivos de archivo y se crea con un software que normalmente no se usa para la masterización.
DDP: Los archivos de protocolo de descripción de disco (DDP) son imágenes de CD a partir de las cuales se puede crear un CD máster de vidrio. Los DDP pueden ser creados por un estudio de masterización y enviados por Internet a una planta de duplicación/replicación, lo que evita gastos de envío y posibles problemas asociados con los CD premaster. Varios DAW de masterización, como WaveLab o Magix Sequoia, crearán DDP dentro del DAW. También existe un software de creación de DDP independiente, como Sonoris DDP Creator, que realiza esta tarea. Cuando se crean DDP y se utilice CD-Text, el idioma debe establecerse en el idioma del CD para evitar problemas.
DDP frente a Premaster CD: Las imágenes DDP producen menos errores y se pueden transferir a través de Internet, evitando los problemas asociados al envío de CDs premaster. Además, los DDP brindan un proceso de aprobación más exigente si el cliente usa un reproductor DDP para revisión y aprobación del material, lo que garantiza una mejor calidad final del producto.
Consideraciones del CD Bounce
El máster final se escucha en su totalidad en distintos reproductores (como audífonos, por ejemplo) para el control de calidad. Lo mejor es escuchar todo el resultado final que se duplicará/replicará, ya sea un DDP o un CD. Es en los comienzos y las terminaciones de las grabaciones donde ocurren la mayoría de los problemas, por lo que se presta especial atención a estas secciones. La responsabilidad del control de calidad se puede compartir con el cliente, pidiéndole que escuche atentamente el resultado final antes de la duplicación/replicación.
Una vez que se ha comprobado que el máster está perfecto, el máster final se entregará a la fábrica. Es aconsejable entregar 2 copias máster. De esta manera, la fábrica duplicadora dispondrá de 2 copias físicas en caso de que tenga problemas con una de ellas.
Si bien el estándar del CDDA debería incluir exclusivamente audio, hay formatos especiales que
permiten combinar audio y data. Un ejemplo es el formato «CD Extra», el cual permite grabar 98 tracks de audio y 1 track de data. Esto nos permite grabar en el CD contenidos extra como videos o lo que la producción desee. Para generar este formato se debe utilizar una aplicación que permita administrar las sesiones separadas (audio primero y data después).
La tecnología del CD también ha evolucionado y ahora existe el formato DVD-Audio e incluso el Blu Ray-Audio, los cuales permiten registrar audio en alta definición (192kHz y 24 bits) y hasta permiten añadir audio en formato multicanal (surround).
Master para vinilo
Un ingeniero de masterización de vinilo trabajará con el proyecto, a menudo se le proporciona una versión masterizada que no tiene limitación final. Esto facilita el proceso de corte. Además, se presta especial atención a los niveles de graves. Las frecuencias graves pueden eliminarse del canal lateral para evitar demasiado movimiento vertical de la aguja, especialmente si el volumen es una prioridad.
Aunque es muy raro, hay algunas grabaciones que funcionan bien con el bajo panorámico como un efecto intencional, lo cual es algo especialmente popular con algunas grabaciones de jazz. Además, al prepararse para el vinilo, es mejor mantener al mínimo la adición de «aire» mediante la ecualización. De hecho, este formato tiene de forma predeterminada ruidos en las altas frecuencias. Incluso, los posibles problemas de fase que pudiese contener el material se convierten en un factor de riesgo muy importante pues éstos podrían hacer que la aguja salte.
Este formato, que ya estaba casi extinto, ha cobrado nuevo auge de la mano de los DJs, los coleccionistas y audiófilos. Por esta nicho de mercado tan específico y exigente, todo punto de vista debe ser considerado debidamente, por lo cual hay que tomar una serie de precauciones. Así, por ejemplo, de cortar el vinilo a mucho volumen, la aguja podría atravesarlo. Asimismo, si el volumen es mucho y los surcos están muy cerca, la aguja podría saltar de un surco al otro. Pero, si alejamos mucho los surcos para que esto no suceda, estaremos reduciendo el tiempo de reproducción por lado.
Existe en la actualidad distintos emuladores de reproducción de vinilo, para poder definir con más detalle las configuraciones necesarias para este propósito.
Mastering para plataformas de distribución digital
Desde la aparición del mp3 y los diferentes formatos de audio con compresión de datos, ha habido un creciente interés por crear plataformas de distribución de música vía internet. Estos formatos pudieron hacer posible distribuir por el mundo entero música sin necesidad de tener un formato físico. Algunas de estas plataformas fueron ilegales en un primer momento, ya que vulneraban los derechos de los artistas y sellos discográficos. Sin embargo, en los últimos años han surgido varias opciones legítimas que ofrecen lo que conocemos como plataformas de streaming musical.
Para poder vender nuestro material en las diferentes plataformas de distribución digital, este debe cumplir con ciertas especificaciones técnicas. Dichas especificaciones varían según la plataforma, pero en general incluyen aspectos como el formato de archivo, la frecuencia de muestreo, la profundidad de bit, los niveles de audio, la duración de las pistas, los metadatos, entre otros.

Para comenzar, cada una de ellas «exige» que el nivel de los temas sea el que ellas especifican. Si el nivel del material está por encima, ellos le bajarán; mientras que de estar por debajo de éste, ellos le subirán. A esto se denomina Loudness Normalization. Cada una de estas está sujeto a distintas normas de sonoridad. Estos parámetros de normalización y regulación están publicados en las páginas de cada plataforma.

Cuando se masificaron estos nuevos medios de distribución digital, surgieron nuevas formas de realizar el análisis para la masterización de audio. Las medidas más importantes son los siguientes:
- LUFS (Loudness Units Full Scale): Este es el nuevo estándar para medir la sonoridad del audio, y representa una forma más precisa de medir la sonoridad promedio de una pista a lo largo del tiempo. Los LUFS indican qué tan alto el oyente percibe el audio (una evolución del nivel RMS). Dentro de las mediciones de sonoridad, la medición de sonoridad integrada (IL) es la que toma en cuenta para la normalización del audio.
- True Peak: Esta métrica mide los picos que se dan entre muestra y muestra. Tengamos en cuenta que un convertidor analógico-digital (ADC) toma muestras a intervalos regulares. Un medidor de pico normal mediría las amplitudes de las dos muestras adyacentes, pero quizás entre ellas haya un valor aún mayor real. Aquí es donde entra el True Peak, que puede detectar y medir ese pico máximo que se produce entre muestras.

Tomemos como ejemplo el caso de Spotify. Spotify tiene un límite de LUFS de -14. Si produce música con un resultado de -6, por ejemplo, y luego la sube a Spotify, Spotify convertirá su música a su límite LUFS. Lo que sucede es que no sólo el audio sonará bajo, sino que la calidad del audio también empeorará. Asimismo, sucederá lo mismo con otras plataformas digitales, si violas el LUFS especificado.